La energía y el entendimiento entre Sarini Nieto y Maxi Rebman se mantienen en el baile, esta vez junto a la voz personalísima de Desiré Paredes y el toque de Claudio Villanueva, lo que aporta nuevas texturas y acentos al espectáculo, invitando a recorrer distintas emociones dentro del arte flamenco.